martes, 28 de abril de 2009

LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG

“El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores” Benjamín Disraeli

El periodista Daniel Estulin publicó en el año 2005 “La verdadera historia del Club Bilderberg”. Este club está formado por los hombres más poderosos del mundo y en 1954 se reunieron por primera vez bajo el patrocinio de la familia real holandesa y la familia Rockefeller en el lujoso hotel Bilderberg de la pequeña ciudad holandesa de Ooterbeck. Durante todo un fin de semana debatieron sobre el futuro del mundo. Al acabar las sesiones decidieron volver a reunirse cada año para intercambiar ideas y analizar la evolución internacional. Se bautizaron a sí mismos como Club Bilderberg y, desde entonces, cada año se reúnen durante un fin de semana en un hotel del mundo para decidir el futuro de la humanidad.
Aunque en apariencia no es una sociedad secreta, existe como institución oficial, en más de cincuenta años de reuniones en las que se ha producido una concentración inusitada de poder y dinero en el mismo momento y en un solo lugar, nunca se ha filtrado información de lo que se debatía. Jamás se ha dejado entrar a la prensa, ni se ha emitido comunicado sobre las conclusiones, ni se ha hecho pública ningún acta con el orden del día. Muchos son los interrogantes que vuelan sobre sus cabezas. ¿Qué hablan los más poderosos del mundo en esas reuniones? ¿Qué deciden ministros, reyes, empresarios y los banqueros más ricos de sus respectivos países?
Preocupan las decisiones que puedan tomar aquellos que asisten con regularidad y que representan al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, El Banco Central Europeo, Ford, General Motors, Coca Cola, British Petroleum, Shell, Chase Manhattan Bank, Nokia, Motorola, Ericsson, American Express, France Telecom, Microsoft, Oracle, secretarios de Defensa, Directores de la CIA, FBI, secretarios generales de la OTAN, comisarios europeos, políticos, editores y directores de los principales periódicos del mundo, por citar algunos ejemplos.
Por la parte española descubrimos nombres conocidos como Rodríguez Rato, Matías Rodríguez Inciarte (del grupo Santander), Juan Luis Cebrian, Joaquin Almunia, Pedro Solbes, Loyola de Palacios, Esperanza Aguirre, José Borrell, la reina de España.
En sus filas no importan las ideologías que se venden a la masa. Un bilderberger, según The Guardian, es un socialista fabiano partidario entusiasta de un orden mundial único. El socialismo fabiano es un movimiento de socialismo utópico de corte elitista, que toma su nombre de Fabio, general romano que se enfrentó a Aníbal y lo contuvo, sin enfrentarse a él, a la espera de que llegara el momento oportuno. Los socialistas fabianos proponían la expansión de las ideas socialistas a través de una paciente y progresiva instalación de la ideología socialista entre los círculos intelectuales y de poder.
Es una casualidad el hecho de que la mayoría de sus miembros son masones o judíos sionistas. Actúan con el mismo método de trabajo, ocultando la realidad y utilizando intermediarios. Nada de lo que se decide en sus reuniones puede salir al exterior.
Guerras como las de Irak, Afganistán, Sudan, Irán, la cuenca del mar Caspio, no se libran en aras de la justicia. Su único fin es el petróleo. Quien gane esta guerra controlará los últimos vestigios de las reservas de petróleo y gas natural del planeta. La raza humana libre está en peligro de extinción. Todo forma parte de un conflicto global para controlar a la humanidad. El objetivo es un mercado único, con un gobierno mundial único, un estado policial regulado por un Banco Mundial y habitado por una población reducida al materialismo y a la supervivencia: trabajar, comprar, procrear.
A ese gobierno mundial solo le interesa obtener beneficios como sea, incluido el lucrativo tráfico mundial de drogas. La guerra de Kosovo no se libró por la libertad si no por drogas. El 80 por ciento de la heroína que entra en Europa lo hace a través de Kosovo.
Vinculado a Bilderberg se encuentra el Instituto Tavistock de Comportamiento Humano. Su misión es degradar al individuo y reducir su esfera de influencia espiritual.
El arte, la cultura, la música, las noticias son metáforas de un lavado de cerebro devastador. Controlan los medios de comunicación y modifican la realidad a su antojo. Un hombre sin valores es un esclavo del sistema. Destruir los valores individuales y colectivos es una de las bazas fundamentales en su progresivo crecimiento de poder.

1 comentario:

  1. Sí, muy apocalíptico; sin duda hay un control pero no estoy seguro de que sea mundial: la iglesia, la fasmilia, el estado, la empresa... Cualquier persona tiene el antídoto: conocer la filosofía griega en profundidad y pensar; también gozar de las pasiones refinándolas; sin olvidar que la felicidad es una cuestión de comunicación con la naturaleza, con los demás y con uno mismo. Un saludo. Garrincha desde Benidorm.

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